Hace unos meses compartíamos las actividades llevadas a cabo por el Ceip San Gregorio de Osset gracias al proyecto “Aprendizaje basado en Servicios al municipio”, realizado con los residentes de la Residencia Virgen de las Angustias de Alcalá del Río.

Este proyecto, coincidiendo con el último trimestre de curso, ha ido un poco más allá haciendo que el alumnado tuviera un papel más profundo y activo en las experiencias y vivencias del proyecto.

La idea principal consistía en hacer una visita a los residentes o tener un encuentro en el propio colegio pero, teniendo en cuenta las circunstancias que vivimos, ha sido imposible llevarlo a la realidad.

De este modo se decidió realizar videollamadas con el fin de concretar encuentros, aunque en este caso fueran virtuales, con la única intención de pasar un buen rato, juntos, compartiendo charlas, anécdotas y aprendizajes.

En estas videollamadas han participado el alumnado de primer ciclo (6-7 años) y el del tercer ciclo (10-12 años) realizando “entrevistas” a los residentes, los cuales contestan a las preguntas y cuentan sus propias anécdotas. Las temáticas van variando en función de lo trabajado en las distintas áreas.

Han tratado temas tan interesantes y diversos como: el sistema monetario, el cambio climático, los distintos tipos de energía, la posguerra, etc. También temas más cotidianos como: la escuela, los hábitos alimenticios, los tipos de juego, la vestimenta, etc. todo haciendo hincapié en el progreso y el cambio que ha sufrido a lo largo de los años.

Gracias a este proyecto, el alumnado está germinando valores tan necesarios hoy en día como la empatía, el respeto, el valor de las cosas sencillas. De este modo se trabaja la educación emocional.

Desde el Ceip nos cuentan lo emocionante que es observar cómo se sorprenden al escuchar anécdotas de nuestros mayores, como por ejemplo, que solo disponían de un par de zapatos, o que iban al colegio por las tardes, o incluso las caras de sorpresa al oír como tuvieron que dejar el colegio para comenzar a trabajar siendo tan pequeños.

A su vez, los mayores, según trasladan los trabajadores de la residencia, están muy entusiasmados con todo esto. No les faltan ganas para ser ellos quienes respondan a las preguntas y están encantados con la idea de que alguien les escuche y ponga interés en saber de sus vivencias y su vida pasada. Además, el estímulo continuo de tener que recordar su pasado les está viniendo muy bien cognitivamente, al estimular continuamente su memoria. Y sobre todo, están muy felices de llenar su tiempo con una compañía y una actividad algo diferente, en la medida de lo posible.

Una experiencia muy enriquecedora para ambas partes, que se resume en la única idea de seguir fomentando vínculos y en poder conectar sus mundos.

Esta actividad continuará hasta final de curso y, estamos seguros que, cumplirá todos los objetivos con creces.